Entre los materiales de carpintería utilizados en la construcción de mobiliarios, la fórmica y la melamina son los más recomendados. De manera general, ambos materiales se consideran resistentes y de alta calidad. No obstante, existen ciertas diferencias a nivel estructural entre fórmica y melanina que merece la pena revisar antes de elegir entre un material y otro. A continuación, detallamos las particularidades que caracterizan a ambos materiales, para que tengas una idea precisa de cuál es el más adecuado, dependiendo del uso que le darás.

 
¿Qué es la fórmica?

Es un laminado de alta presión; para su fabricación se emplea papel Kraft, papel de revestimiento y papel decorativo impreso, los cuales son prensados a alta presión y tratados con resina fenólica. Una vez que se obtiene la lámina, la misma es añadida a la madera sólida o a materiales prefabricados como Triplays, MDF, o a madera aglomerada.

 
¿Qué es la Melamina?

Al contrario de la fórmica, la melamina se caracteriza por ser un laminado de baja presión. Se elabora con hojas de papel decorativo impreso, en este caso no se utiliza papel Kraft. La melamina es un tablero que está recubierto con resina por ambas caras, lo que permite el buen acabado de los muebles.

 
¿Cuáles son las diferencias entre fórmica y melamina?

Las diferencias básicas están representadas por los siguientes aspectos:

LAMINADO DE ALTA PRESIÓN/FÓRMICA MELAMINA
  • La fórmica es más duradera que la melamina. Resiste muy bien al agua. El acabado en la melamina debe estar en muy buen estado para que el agua no penetre y termine por hincharse.
  • Dado que la fórmica debe añadirse a algún aglomerado, madera u otro material para poder utilizarse, es más costosa que la melamina, pues requiere de otros materiales adicionales.
  • La fórmica resiste el uso de productos químicos para su limpieza en una mayor medida que la melamina. De igual forma, es más resistente al calor.
  • La melamina suele abarcar una gama de colores un poco más estrecha que los colores que ofrece a fórmica.
  • La melamina es muy fácil de trabajar y no necesita lijar ni aplicar acabados adicionales.
  • Al tacto, la melamina posee una textura un poco más fina que la fórmica, la cual tiene mayor grosor al estar formada por varias capas.
¿Cuál ofrece una mejor calidad?

Los elementos empleados para la fabricación de estos dos materiales, son los que definen la calidad de los mismos. Al tener papel Kraft en su constitución, la fórmica posee características particulares que le otorgan mayor resistencia y durabilidad. Asimismo, su composición le confiere a la fórmica una flexibilidad importante.

 

La melamina suele ser menos resistente y ofrecer menor durabilidad. Esta no puede moldearse como la fórmica, debido a que ofrece baja flexibilidad; por ese motivo, tiende a astillarse cuando se intenta doblar.

 
Aplicaciones de la fórmica y de la melamina

A pesar de que la fórmica es considerada un material de mayor calidad que la melamina, ambos materiales poseen aplicaciones distintas y sumamente provechosas. La fórmica suele ser usada en cubiertas de cocina, mesas para comedores, en muebles de oficina y para recubrir una gran variedad de muebles.

 

La melanina es de gran utilidad para complementar mobiliarios fabricados en fórmica, en elementos como entrepaños y gavetas. Suele utilizarse en módulos de cocinas, en las estructuras o cascos de ciertos muebles, así como para forrar mesas.

 

En otros ámbitos, se emplea en la elaboración de mesas de dibujo o en estanterías decorativas. Es igualmente utilizada en elementos de oficina como archivadores, escritorios, bibliotecas, mesas, credenzas, recepciones y en estaciones de trabajo. También es usada para fabricar gabinetes de baños y muebles auxiliares.